“Mi corazón explota cuando veo a mis dos hijos y son mi razón de vivir. Ser mamá me cambió la vida en todos los sentidos, es una ola gigante de amor y de nuevos retos que nunca hubiera imaginado”.
Esto lo dice Tessa, una entusiasta mujer franco-mexicana que vive felizmente con su esposo Martin, un artista francés, y sus dos hijos, Cosimo de 2 ½ años y Gala de 7 meses, desde hace tiempo en México para emprender aquí sus negocios. Y añade: “somos mexicanos de corazón”.
Al volverse mamá, ya no tiene tanto tiempo como antes para dedicarse a cosas que le llenan de energía. A pesar de ello, intenta tener de vez en cuando esos momentitos para ella sola. Le gusta leer tranquilamente, escuchar un buen podcast o música, ver una película o salir a cenar con su esposo y amigos. Al respecto me confiesa: “Sigo en una fase de la maternidad bastante reciente, donde todo es un poco complicado y hay que ajustarse. Mi ilusión es encontrar un equilibrio para lograr ser mamá, esposa, emprendedora y amiga, y ser feliz en cada uno de esos roles.”
Como profesional, ella es una experta en moda infantil, dice: “aprecio la calidad de las prendas de Dulce de Lana, la suavidad de su material y cómo aguantan las lavadas”.
Como madre comenta: “las recomiendo porque me parecen el mejor producto para un bebé, en el que estará comodísimo en sus primeros meses de vida”.
Como amiga opina: “me encanta regalar Dulce de Lana por la historia detrás de la marca: hecho en México, una empresa honesta, con valores fuertes y una hermosa filosofía”.
Te agradezco Tessa el tiempo que nos has dedicado y me encantó tu validación personal: “Dulce de Lana es una joyita hecha en México de manera muy ética”.
Vero
