El nuevo Lujo

El nuevo Lujo

Algo ha cambiado en el mundo del lujo. Antes lujo se describía como “demasía en el adorno, en la pompa y en el regalo”, “abundancia de cosas no necesarias” y “todo aquello que supera los medios normales de alguien para conseguirlo”. O sea, el “viejo lujo” era exceso, opulencia y estatus, mientras que el “nuevo lujo” es un lujo natural y, valga la redundancia, poco lujoso.

La industria de la moda, que es la segunda industria más contaminante del mundo, por detrás de la petrolera, ha empezado a tomar conciencia y siente la necesidad de tener un mayor compromiso ambiental y social.

Se acabaron los tiempos en los que ropa realizada con materiales tóxicos y perecederos y que se produce de forma poco ética, se pueda etiquetar como moda de lujo. A este respecto, la famosa activista sueca Greta Thunberg acuño el término “köpskam”, que significa “vergüenza de comprar”.

El nuevo lujo reduce el exceso de producción y se concentra en condiciones justas para los trabajadores, tiempos adecuados para la confección, materias primas sustentables y prendas de alta calidad y larga durabilidad.

Otra característica del nuevo lujo es lo artesanal. La moda “hecho a mano” es mucho más que una moda individual con repetición muy limitada. Cada pieza cuenta una historia, nace de los sueños y de las manos de alguien que con esfuerzo logró su elaboración. Esta carga emocional, cultural y artística aporta un valor agregado.

Las prendas de Dulce de Lana son confeccionadas con materiales 100% naturales y con tiempo, es decir, a fuego lento. Son artesanas, atemporales, duraderas y de calidad. Por lo tanto, son lo mejor para la salud del bebé y te aportarán no un “köpskam”, sino una buena conciencia de compra.

Vero

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