EL MULTITALENTO NATURAL: LANA MERINO

El favorito de Dulce de Lana® es la lana merino, por ser ideal para la piel tan sensible de los bebés. Con sus fibras tres veces más finas es el tejido más suave y sedoso que existe en el mercado. El merino proviene de una raza de borrego español muy especial que crece sanamente y en libertad, lo cual garantiza una lana abundante y de gran calidad. Tiene una elasticidad natural que le permite adaptarse al cuerpo, regresando siempre a su forma original.
 En seguida hay 9 razones porque tú también te vas a volver fan de esta fibra.

1. Regula la temperatura

Durante los primeros meses los bebés todavía no logran regular su temperatura perfectamente y por eso es muy importante cubrirlos con el material adecuado. En contra de la idea general que asocia a la lana con el abrigo, la lana Merino es un excelente regulador térmico. Permite mantener un equilibrio ideal entre el cuerpo y el ambiente. El tejido absorbe humedad y retiene calor cuando las temperaturas son frías y húmedas. Por el contrario, cuando hace calor, la lana Merino libera la humedad, dándole al cuerpo una sensación de frescor. Además, es muy buen aislante térmico ya que al retener entre sus fibras gran cantidad de aire dificulta la conducción térmica.

2. Controla la humedad

Es uno de los tejidos más transpirables y mantendrá al bebé abrigado y libre de humedad. La lana Merino absorbe la humedad entre y dentro de sus fibras, por lo que siempre se siente seca. De hecho, puede absorber 35% de su peso en agua, sin perder sus propiedades de abrigo.

3. Mejora el sueño de los bebés

Estudios médicos han confirmado que los bebés que duermen en lana Merino tienen tasas de actividad más bajas durante la noche y un sueño más profundo y reparador. Se tranquilizaron más deprisa, lloraron menos, durmieron más y ganaron peso más rápido.
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4. Reduce el riesgo de alergias y es antibacterial

La lana Merino funciona en total armonía con los mecanismos de protección de la piel sensible del bebé, no sólo por ser suave y transpirable, sino porque está compuesta de queratina, la misma proteína que forma la capa protectora externa la epidermis, el pelo y las uñas. También inhibe las bacterias, por lo que minimiza malos olores y alergias.

5. Tiene menor riesgo de inflamación

Una de las cualidades más singulares es su característica natural retardante del fuego, gracias a su estructura de los aminoácidos. A diferencia de las fibras sintéticas, como el acrílico, la lana Merino repela el fuego y se auto extingue.

6. Es especialmente cómoda y suave

La fibra de lana producida por ovejas merinas es significativamente más fina y ligera que otros tipos de lana, por lo que se siente muy suave y sedosa. Su tejido esponjoso no se adhiere a la piel y se adapta perfectamente a los movimientos del bebé.
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7. Se cuida fácilmente

Aunque resulte a simple vista un material tan fino y frágil, en realidad es un tejido muy resistente y duradero, ya que cada fibra de la lana Merino está compuesta de elementos elásticos. De hecho, se pueden doblar 20.000 veces sin romperse. Gracias a sus propiedades antibacteriana y antiestática, repele la suciedad y se regenera al ventilar. Requiere menos limpieza que los materiales sintéticos y se puede lavar y secar a máquina (consulta las instrucciones de cuidado).

8. Protege contra los filtros UV

Dependiendo de la densidad del tejido, la lana Merino tiene un factor de protección solar natural de hasta 50. En un país tan soleado como México es muy importante proteger la piel del bebé contra los rayos UV.
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9. Participa en el cuidado del medio ambiente

La lana Merino es 100% natural, renovable y biodegradable. Gracias a los certificados de calidad a nivel mundial, se garantiza la salud y el bienestar de los animales y el procesamiento de la lana sin materiales tóxicos. Cuando se desecha, la lana se descompone en el suelo y libera lentamente valiosos nutrientes a base de nitrógeno, actuando como un fertilizante.