
Dulce de Lana es una marca sostenible de manera económica, social y medioambiental y por eso nos tomamos muy en serio el tema de cuidar el agua, un bien valioso y escaso. ¿Sabías que sólo el 2,5% del agua sobre la tierra es agua dulce y sólo el 0,3% accesible al hombre?
El día mundial del agua 2020 trata sobre el agua y el cambio climático, y cómo ambos están estrechamente relacionados. La intención es inspirar y sensibilizar a las personas de todo el mundo a aprender más sobre este tema y tomar medidas para marcar la diferencia. No podemos darnos el lujo de esperar, todos tenemos un papel que desempeñar.
Uno de los mayores consumidores de agua es la industria textil. Por ejemplo: para la producción de una sola camiseta de algodón convencional se usan 2700 l de agua, la misma cantidad que un ser humano bebe en 3 años. Increíble, ¿verdad?
Por eso muchas empresas textiles han empezado a enfocar sus esfuerzos en reducir el consumo hídrico, tanto en la obtención de las materias primas, como en su procesamiento. Una gran mejora ha sido el cultivo del algodón ecológico, que además de no contaminar con pesticidas sintéticos, insecticidas o fertilizantes, utiliza un 75 % menos de agua.
Nosotros los consumidores, también necesitamos cambiar hábitos para mejorar nuestra “huella hídrica”. Los pequeños gestos, desde no dejar correr el agua al lavarnos los dientes hasta poner la lavadora sólo con carga completa y programa adecuado, al final son poderosos.
La producción de nuestras prendas tejidas es local y manual, lo cual implica claramente un ahorro de agua. Nuestra materia prima, la lana Merino, es sostenible porque es un producto natural, renovable y biodegradable. Pero afortunadamente adicionalmente tiene grandes ventajas en cuanto al consumo de agua.
La fibra Merino tiene una capa protectora que evita que las manchas sean absorbidas y su antiestática hace que recoja menos polvo del aire. Por sus propiedades antibacterianas y su resistencia a los olores, no necesita lavarse tan a menudo como otros tejidos y muchas veces basta simplemente con ventilarlos.
En Dulce de Lana estamos convencidos de que el mayor ahorro de agua se consigue extendiendo el ciclo de vida de nuestra vestimenta. Por la flexibilidad del tejido y el tallado generoso, nuestras prendas son ideales porque crecen con los bebés y les serán útiles por muchos meses y gracias a la gran calidad de nuestra lana, inclusive se podrán reutilizar y heredar a muchos niños.