
Aunque pareciera que tejer es algo de otros tiempos, no es así. De unos años a esta parte, esta práctica se ha vuelto a popularizar de gran manera, y además de ser algo cool, aporta numerosos beneficios a la salud de quien lo practica.
Hoy queremos platicarte de la que podría denominarse lanaterapia, y lo que ésta puede hacer por ti en tu día a día. Te compartimos 5 beneficios que harán que, si no tejes todavía, te lances a hacerlo.
1.En cualquier momento, en cualquier lugar
Una de las ventajas de tejer es que puedes hacerlo cuando quieras. Solo tienes que llevar contigo tus estambres, tus agujas, y sentarte para continuar las prendas que estés confeccionando. Esta facilidad de llevarlo contigo en todo momento, te va a ayudar a que aprendas a darte un tiempo para ti misma y tus tejidos.
2.Fomenta la concentración
Sobre todo cuando estás aprendiendo a tejer, necesitas un mayor grado de concentración en lo que estás haciendo, esto, además, ayuda a que tu mente y tu cuerpo se aísle de lo que ocurre a tu alrededor, convirtiendo estos momentos en un placer, y estimulando tu cerebro para que aprenda a concentrarse más.
3.Adiós estrés, bienvenido relax
La repetición de puntadas que implica tejer, consigue lo que los expertos llaman “respuesta de relajación”. Repetir esta acción una y otra vez, nos ayuda a alcanzar cierto grado de relajación como ocurre con otras técnicas como el yoga, por ejemplo.
Tejer sin duda puede convertirse en tu gran aliado en tu día a día, para encontrar esos momentos de calma que necesita tu cuerpo y tu mente.
4.Mejora el ánimo y la energía
Sentirse bien, tener mayor concentración, no tener estrés y ser más paciente, son solo cosas que provocan felicidad. Uno de los beneficios de tejer es que además de que se mantiene activo el cuerpo, el movimiento de brazos y manos contribuye a una mejor capacidad motriz, es la felicidad. Cuando reducimos el estrés en nuestra vida, y hacemos lo que nos gusta, los niveles de serotonina crecen y con ellos la sensación de estar felices. ¡Tejer da felicidad!
5.Trabajo en equipo
Tejer siempre ha sido algo que se hacía en grupo: grupos de madres, grupos de amigas, grupos de costura… Hoy, es una manera de relacionarse con otros, de crear vínculos y hacer comunidad con otros amantes de las puntadas, de sentir pertenencia, pero también es una manera de conectar y comunicar generaciones de mujeres, madres, hijas y abuelas, todas hablando un mismo lenguaje: el del tejido.