
Querida mamá:
Yo, que también lo soy, sé que tenemos muchas cosas en común, no sólo un día como hoy, siempre.
Sé lo difícil que es tener que ir a la oficina, después de una noche donde la fiebre de tu pequeña/o no dejaba dormir.
Sé que es complicado ser siempre la superwoman que todos esperan.
Sé que a veces solo te gustaría tener unos minutos, un momento de paz para dedicártelo a ti misma y consentirte.
Sé que a veces cuesta, y cuesta mucho, hacer todo lo que una quisiera en el día y no le alcanza.
Pero también sé que una sonrisa al llegar a casa, hace que todo lo demás se olvide.
Sé también que mirar el mundo a través de los ojos de tus hijos, te vuelve a hacer emocionarte y sorprenderte de la vida en cada momento. Y bien valen la pena esos momentos.
Sé, que esos pequeños nos ayudan a crecer, a superarnos, a conocer nuestros límites y sobrepasarlos porque podemos más. Siempre más de lo que creemos.
Y por supuesto sé que, por encima de todo, está el bienestar de tus hijos, cómo también me ocurre a mí.
Por eso quiero darte las gracias, por confiar en nosotros, por elegirnos, por hacer que Dulce de Lana tenga un lugar en especial en tu vida y la de tu bebé.
Hoy es nuestro día, así que te felicito y me felicito porque sé que ambas estamos haciendo un mundo mejor.
¡Feliz Día de la Madre!